La educación cumple una función esencial en el desarrollo de los individuos y de las sociedades. No es un remedio milagroso ni una formula mágica que nos abra las puertas de un mundo en el que vayan a realizarse todos los ideales, pero es uno de los principales medios disponibles para propiciar una forma más profunda y armoniosa de desarrollo humano y reducir así la pobreza, la exclusión, la ignorancia, la opresión y la guerra. El próximo siglo, dominado por la mundialización, traerá consigo tensiones duraderas que habrá que superar: tensiones entre lo mundial y lo local, lo universal y lo individual, la tradición y la modernidad, las consideraciones a largo y a corto plazo, la competencia y la igualdad de oportunidades, la expansión ilimitada de los conocimientos y las capacidades de asimilación limitadas de los seres humanos, lo espiritual y lo material. Por distintas que sean las culturas y los sistemas de organización social, nos vemos en todas partes emplazados a reinventar el ideal democrático de crear, o mantener, la cohesión social.
En este contexto, la educación durante toda la vida va a ser una de las claves para responder a los desafíos del siglo XXI.
Así pues, se ha intentado proponer un nuevo enfoque en las etapas y transiciones de la educación, de modo que las vías de los distintos sistemas educativos se diversifiquen y aumente además el valor de cada una de ellas. Si bien la educación básica universal constituye una prioridad absoluta, la enseñanza secundaria desempeña también un papel decisivo en las trayectorias individuales de aprendizaje de los jóvenes y en el desarrollo de las sociedades. En cuanto a las instituciones de enseñanza superior, habrán de diversificarse para tener en cuenta sus distintas funciones y obligaciones, ya sea como centros del saber o como lugares donde se imparte una formación profesional, como encrucijadas en la educación a lo largo de toda la vida y como coparticipes en la cooperación internacional.
En el informe se hace también hincapié en el papel clave de los docentes y en la necesidad de mejorar su formación, su condición social y sus condiciones de trabajo. En un mundo en el que la tecnología es un factor cada vez mas determinante, ha de darse además especial importancia a los modos tanto de poner la tecnología al servicio d la educación como de preparar a la gente para que sepa manejarla en su vida y en su trabajo. Aplicar con éxito las estrategias de la reforma, mediante un amplio dialogo y mediante un llamamiento a la responsabilidad y la participación cada vez mayores de todos los interesados en todos los niveles, va a constituir un elemento decisivo de la renovación de la educación.
El informe que presenta a